Cuando hablamos de firmeza podemos encontrar muchas formas. Sin embargo, sostener desde la exigencia, el perfeccionismo y la autosuficiencia solitaria es sumamente inorgánico y profundamente autodestructivo.
La firmeza es un estado interno, una seguridad basada en la certeza de estar anclados a la materia y a la luz. Y, en el fluir de ese hilo invisible, sostenernos con consciencia de la flexibilidad y permeabilidad necesarias para mantenernos en eje.
Vivir en la tensión infinita por miedo a la incertidumbre de no saber qué hay más allá de mi zona de control, es un callejón sin salida hacia el desgaste, la frustración y el aislamiento.
Respirar hondo, volver al centro, cerrar los ojos y dar un paso hacia el abismo de la incerteza. Tener la firmeza interna de estar anclada a la tierra y al cielo, y desde ahí entregarte con confianza y fe. Es ahí donde la magia sucede y la vida se despliega con todo su potencial.
Gimena Iris
Mi nombre es Gimena Barboza
Me gusta pensarme como terapeuta multiapasionada ya que mi formación deriva de muchos campos diferentes que confluyen en lo que hoy soy, expreso y ofrezco en mis espacios de trabajo. Mi camino ha sido muy variado, siempre transitando entre lo expresivo corporal, lo creativo y lo terapéutico. Desde mi rol de docente amo el trabajo corporal expresivo en conexión con lo emocional y los planos más sutiles del ser.